Biología y Ciencias

Jugando a los meteorólogos

Un pluviómetro casero

La lluvia se mide con un instrumento llamado pluviómetro.
Este instrumento consiste en un recipiente metálico externo, o parte receptora, con un embudo que transfiere el agua recibida a una jarra recolectora. También lleva una probeta graduada en milímetros, en donde se deposita el agua de la jarra recolectora.

El pluviómetro debe colocarse sobre un poste, a 1.50 m del suelo y a unos 30 metros de distancia de objetos que puedan interferir con la lluvia, como los árboles.
Paso a paso para armar el dispositivo
1
Toma un botellón, preferiblemente de plástico. Mide el diámetro de la base.
2
Luego busca un embudo cuya abertura sea igual al diámetro del botellón. Si no lo consigues, compra uno de diámetro mayor y recórtalo hasta alcanzar el diámetro deseado. A continuación, gradúa en milímetros con la ayuda de una regla, uno de los costados del botellón. Otra variante puede ser que pases el agua de lluvia recolectada a una taza medidora de cocina y utilices la escala de agua de este.
¿Cómo funciona?
Luego de cada hora de precipitación, se saca con cuidado la jarra recolectora y se vuelca el agua en la probeta o medidor para registrar los milímetros de lluvia caída durante esa hora y a lo largo del día. Cada milímetro de lluvia caída en un metro cuadrado equivale a un litro de agua. Si en un día llovió 12 milímetros, esto significa que cayeron 12 litros de agua por metro cuadrado de terreno.
3
Arma tu pluviómetro y compara los registros obtenidos con los del servicio meteorológico de tu zona.

La medida estándar de la boca del pluviómetro es de 16 cm de diámetro. Si tu pluviómetro no tiene esa medida, habrá diferencias en las mediciones obtenidas. Intenta conseguir recipientes cuyo diámetro se aproxime al aceptado internacionalmente.
  • 1 Botella
  • Regla
  • 1 Embudo
  • 1 Marcador